Hesíodo: entre lo mítico y lo filosófico



Hesíodo (aproximadamente 700 a.C.) cuenta que mientras él pastoreaba su rebaño se le aparecieron las musas (hijas de Zeus) que bajaron del monte Helicón y le recuerdan que él pertenece a una clase de infelices campesinos ignorantes que son solo estómago, mientras que ellas saben incluso relatar cosas falsas que parecen verdaderas.

[Hes. Th. 1, 23-34]

αἵ νύ ποθ᾽ Ἡσίοδον καλὴν ἐδίδαξαν ἀοιδήν,

ἄρνας ποιμαίνονθ᾽ Ἑλικῶνος ὕπο ζαθέοιο.

τόνδε δέ με πρώτιστα θεαὶ πρὸς μῦθον ἔειπον,

Μοῦσαι Ὀλυμπιάδες, κοῦραι Διὸς αἰγιόχοιο:

ποιμένες ἄγραυλοι, κάκ᾽ ἐλέγχεα, γαστέρες οἶον,

ἴδμεν ψεύδεα πολλὰ λέγειν ἐτύμοισιν ὁμοῖα,

ἴδμεν δ᾽εὖτ᾽ἐθέλωμεν, ἀληθέα γηρύσασθαι.

ὣς ἔφασαν κοῦραι μεγάλου Διὸς ἀρτιέπειαι:

καί μοι σκῆπτρον ἔδον δάφνης ἐριθηλέος ὄζον

δρέψασαι, θηητόν: ἐνέπνευσαν δέ μοι αὐδὴν

θέσπιν, ἵνα κλείοιμι τά τ᾽ ἐσσόμενα πρό τ᾽ ἐόντα.

καί μ᾽ ἐκέλονθ᾽ ὑμνεῖν μακάρων γένος αἰὲν ἐόντων,

σφᾶς δ᾽ αὐτὰς πρῶτόν τε καὶ ὕστατον αἰὲν ἀείδειν.

[Hesiod. Theogony. Cambridge, MA.,Harvard University Press; London, William Heinemann Ltd. 1914].

[http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=urn:cts:greekLit:tlg0020.tlg001.perseus-grc1:1-28]


Traducción:

Por lo tanto, una vez entrenaron a Hesíodo en la hermosa canción,

mientras pastoreaba rebaños bajo el divino Helicón.

Y estas palabras me dirigieron por primera vez las diosas,

las musas del Olimpo, hijas de Zeus tempestuoso:

 Pastores campesinos, criaturas viles y abominables, nada más que estómago,

sabemos decir muchas falsedades similares a la verdad;

pero también sabemos, si lo queremos, hacer resonar cantos de verdad.

Así dijeron las hijas del gran Zeus, escalofriantes al hablar,

y me ofrecieron como báculo pastoril una rama de verde laurel hermoso de verse; y me inspiraron un canto divino, para que diese gloria a los eventos futuros y a los pasados y me dieron la orden de celebrar la estirpe de los felices que siempre son y cantar siempre a ellas mismas al inicio y al fin de cada canto.

[Cf. (Hesiod & Cassanmagnago, 2009, pp. 115-117). Traducción personal basada en el texto griego e italiano].


Interpretación:

Las musas tienen la habilidad de decir cosas que parecen verdaderas, pero en realidad son falsas, de este modo engañan a quien quieren, a través de la manipulación del lenguaje, que no es otra cosa que la manipulación de la verdad. El tema sigue siendo de gran actualidad, basta confrontar con el tema de la posverdad.

El evidente desprecio hacia los campesinos no se refiere a su humilde oficio sino a lo que representan. Pastorear representa la actitud volcada hacia el activismo, actitud que incapacita para pensar en lo sublime.

La rama de laurel que le entregan como cetro o bastón tiene que ver con Apolo (divinidad que dirige la poesía). Las hojas de laurel, al ser duraderas, representan la inmortalidad. Lo que le están entregando a Hesíodo representa el conocimiento poético, lo están iniciando en la poesía. El bastón también simboliza la justicia, administrada tradicionalmente por los reyes, y ahora se le entrega al poeta indicando con ello que el poeta también es un intérprete de la justicia.

De este modo se reconoce que el poeta posee una sabiduría especial, no solo para hacer poesía. Esta sabiduría también lo capacita para una verdadera comprensión de la justicia. De ahí que se pueda considerar a Hesíodo un poeta logoico (basado en el logos), no porque tenga “en el logos (cuya esencia es demostrativa), su instrumento, su modelo, su guía, su fin”(Hesiod & Cassanmagnago, 2009, p. 29), sino porque recurre a la palabra desde una perspectiva poética que va a disponer el terreno a la filosofía. Aún así, esta palabra se caracteriza por ser recta y por ser hermosa, pues tanto la poesía como las sentencias justas son rectas y hermosas, pues son expresadas correctamente y llegan al corazón. Todavía no se alcanza la especulación filosófica, pero es evidente la relevancia del poeta que es sabio en poesía y en justicia gracias a la inspiración de las musas.

En este sentido Hesíodo preludia la filosofía. Aunque, el mito permite una particular comprensión de la realidad, de la totalidad, propiamente es en la filosofía donde radica el interés puramente racional. Por ejemplo, el principio del agua propuesto por Tales, no tiene absolutamente nada que ver con el ‘caos’ de Hesíodo ni con ningún principio mítico, sino que se refiere a la búsqueda especulativa de una explicación de la realidad, de la totalidad, del principio, de la causa de todo.

Finalmente, se aprecia que esta iniciación en la poesía y en la justicia se da en un espacio boscoso que representa lo profundo, lo secreto, lo paradisiaco.

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